La resolución de un problema puede ser muy sencilla, la única fórmula es aprender a simplificar. Las personas a menudo dan vueltas en círculos buscando la solución, sin lograr ver que esa solución suele estar a la vista. Son los malos aprendizajes los que nos llevan a no poder ver que existen muchas formas de resolver un problema o de encarar un proyecto, de ahí la importancia de aprender a abrir nuestra mente, esto nos proporcionará una visión más amplia y por ende, con más posibilidades. Los tiempos han cambiado y seguirán cambiando, resistirse a entender los cambios es un suicidio, de ahí la necesidad de estar actualizados y ver como nosotros podemos aprovechar lo que nos brinda esta nueva realidad para utilizarlo en nuestro favor. 

 Hay un libro que explica esto perfectamente, donde se cuenta la historia de dos hombrecillos y dos ratoncitos que iban por un laberinto cada día, recorriendo el mismo camino para buscar queso, hasta que un buen día el queso desapareció, entonces los ratoncitos enseguida buscaron un camino nuevo para conseguir el queso, mientras que los hombrecillos siguieron cada día buscando el queso en el mismo lugar. Es sencillo de entender, si hacemos siempre lo mismo y no obtenemos el resultado deseado debemos cambiar la forma de hacerlo, buscar otros caminos hasta que encontremos el adecuado. 

Mi labor como coach ontológico, consiste en ayudarte a desaprender esos patrones que te llevan a fracasar en tu vida personal y profesional y aprender nuevas formas de ver un mismo tema y en consecuencia, lograr abordarlo con éxito. El coaching es una herramienta muy práctica para actuar en el aquí y el ahora, mi compromiso será con tus metas y trabajaré contigo hasta que las consigas, aplicando métodos sencillos que te ayudarán en el día a día a ver cambios a corto y mediano plazo.